Pero si por intervención divina desaparecieran mis limitaciones, pusiera en venta mi armario (donde cuelga todo mi patrimonio) y ahora mismo pudiera elegir destino, creo que me quedaría por Europa. Quizás volvería a Amsterdam o a Berlín, pero a hoteles de los fashion. No a antiguos burdeles ni a orfanatos de Caritas como cuando fui de Interrail, porque puestos a pedir, yo pido mucho.
Pero como ahora anochece pronto y seguramente por ahí arriba hará mucho frío y lloverá, me quedo en Madrid y así no pillo un catarro. Quien no se consuela es porque no quiere.
Hotel W de Hong-Kong
Hotel Aqua Dome en Austria
Hotel Do&Co en Viena
Imágenes de Coolhunter
Tranquila que llegará un día quizas lejano, quizas cercano, donde estarás escribiendo tu blog desde uno de esos hoteles y mientras tanto yo te esperaré en la piscina del hotel...
ResponderEliminarMuchos besos y feliz día
Vaya lugares espectaculares, entre China (Waterworld) y Maldivas (Huvafen Fushi) no sabría cuál quedarme!
ResponderEliminarBesos
La verdad es que cuando se prueba lo bueno, es difícil volver atrás... A mi me pasa con la comida: donde esté el pescado fresco que se quite el congelado, donde esté el pan con sustancia que se quite la baguette, y donde esté el jamón de Guijuelo que se quite todo lo demás... :D!!!!
ResponderEliminarSoy consciente de que todo esto suena muy frívolo teniendo en cuenta los timepos que corren, pero creo que todos deberíamos permitirnos pequeños momentos de lujo en nuestras vidas, muchos de los cuales no cuestan dinero (o casi) como este ratito en que visito mis blogs preferidos con una taza de te y mi gato ronroneando a mi lado.
Que pases muy buena semana!!
Ójala Pupo!!Pero yo también quiero ir a la piscina.
ResponderEliminarPablo, es todo increíble, aunque quedan un poco lejos de distancia y de precio!
Qué razón tienes Tarongina. Una cosa es vivir la vida superficialmente y otra muy distinta es no aprovechar y disfrutar las cosas buenas que nos ofrece, aunque sólo sea mirando fotos a través de Internet!
Feliz semana a ti también.