Imagen de www.dtlux.com
El jueves tuvimos cena en Brasileirinho en la Plaza de Cristino Martos (junto a las escaleras de Plaza España). Lo mejor de este sitio es el entorno donde se encuentra, en lo alto de unas escaleras de piedra con una terraza con vistas al final de la Calle Princesa. De la comida no puedo hablar mucho, porque no conozco demasiado la cocina brasileña, así que no puedo/debo hacer juicios comparativos. Eso sí, lo que más me gustaron fueron los postres. Creo que las piñas coladas y caipirinhas estaban también increíbles, pero al día siguiente tenía mucho que hacer en el Banco y con la sangría iba servida.
Imagen de www. 11870.com
No hace falta que comente que el viernes yo era un cuerpo para el arrastre. Y lo que más me podía apetecer era quedarme en el sofá naranja con una pizza y cervezas, cual Hommer en sus mejores momentos, pero no fue así. El viernes por la noche venía familia de P. a Madrid y quedamos para ir a cenar. Sus padres escogieron La Celestina, en Lagasca porque son conocidos suyos y hay que reconocer que fue una decisión muy acertada. El sitio es un bar-restaurante, estilo taberna andaluza, servicio rápido y comida casera. Cenamos carrillera, rabo de toro, merluza,....Basagoiti (jejeje). Me he dado cuenta que lo que más me gusta es la comida "casera", ensaladas, croquetas, huevos rotos, filetes con patatas. La nueva cocina está bien para ir de vez en cuando para experimentar, igual que la comida de países exóticos, para probar nuevos sabores o mezclas de alimentos, pero comiendo fuera de casa todos los días de la semana lo que de verdad echo de menos es un buen gazpacho.
Imagen de www. 11870.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario