Algo malo de venirse tan lejos es que hay muchas cosas que ya no puedo acumular, ni adornos, ni cosas superfluas, porque sé que tarde o temprano me tendré que desprender de ellas. Por ejemplo, este año la navidad no tendrá árbol ni muñecos colgantes ni belén ni turrones, pero bueno...al final el calor y el espíritu navideño lo dan las personas, no las cosas. Y aunque tampoco seamos muchos este año, sólo dos, sé que en la distancia hay mucha gente que se acordará de nosotros, igual que nosotros nos acordaremos de ellos.
Todo esto no quita que ya no siga las tendencias en cuanto a decoración se refiere. Si este año tuviera que adornar nuestra casa, lo haría de oro y plata, segurísimo. Para encararme a la crisis y atraer fortuna. Bueno, en realidad quería decir dorado y plateado, lo importante es la actitud.
Imágenes vía Martha Steward, This is Glamorous, Martha Steward y Coco+Kelley
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