Este último fin de semana ha sido probablemente el más variado de todos los que llevo en Australia.
El viernes no hizo buen tiempo. Como llovía a ratos, no teníamos muchas ganas de hacer nada especial, y simplemente salimos a dar una vuelta por South Bank, una zona de cines y restaurantes que está junto al río y donde siempre suele haber algo que hacer o que ver. Cenamos y cuando estábamos pensando volver a casa nos encontramos con un espectáculo de salsa improvisado debajo de un soportal. Así que allí nos quedamos un buen rato, pasando la noche entre mojitos y salsa.
El sábado seguía amenazando con lluvias, descartando cualquier plan de playa o piscina. Decidimos buscar algún sitio nuevo donde desayunar. Fuimos a Campos, un restaurante-cafetería que se encuentra en la puerta trasera de un almacén de muebles, muy conocido en Brisbane por su buen café y los contundentes desayunos. El lugar es de lo más trendy de la ciudad, el servicio de lo más lento y la comida buenísima y no especialmente cara considerando los usos y costumbres locales. Después del desayuno-comida-merienda aprovechamos para dar un paseo por el barrio de Fortitude Valley, conocido principalmente por su animación nocturna.
Ya por la noche decidimos socializarnos un poco y quedamos con varios amigos para ver la última película de Matt Damon y Emily Blunt (The adjustment bureau en inglés, ni idea del título en castellano). Entretenida y más fácil de ver que Black Swan (que será todo lo buena que se quiera, y Natalie Portman hará una interpretación magnífica, pero oye, que mal cuerpo se me pone solo de acordarme de las uñas de la chica).
El domingo por fin salió el sol, pero en vez de ir a la playa, nos fuimos con la tropa de españoles a un rain forest, un bosque de eucaliptos inmenso, con cascadas de agua y cosas de esas que hay en la sierra australiana.
Hicimos una ruta de senderismo que nos llevó hasta las cuatro de la tarde. Qué bonito, pero qué hambre teníamos. Milagrosamente dimos con un restaurante indio en medio de una especie de poblado fantasma que tenía una comida increíblemente buena (todavía me relamo). Por supuesto a esas horas pedimos mesa para cenar.
Parecía que el fin de semana llegaría a su fin después de la excursión, pero no...porque nos enteramos de que el lunes venía a tocar en un pequeño local de Brisbane un grupo escocés que me gusta desde hace mucho tiempo, Belle and Sebastian. Así que allí ayer volvimos a quedar las chicas y entre canciones y vinos de la casa prolongamos el fin de semana. Y el lunes fue menos lunes, ciertamente.
Aquí dejo algunas de las canciones que más me gustaron:
Todas las fotos son mías.