martes, 25 de enero de 2011

Una ciudad cualquiera

Sydney es una ciudad cualquiera.

Tiene parques
Aunque en sus parques habita Batman
Tiene varias playas
Playas donde habitan rubios y rubias australianas
Tiene una catedral
Tiene puentes
Como todas las ciudades, también tiene edificios muy altos
Los edificios altos son los guardaespaldas de un pequeño jardín asiático
Tiene cafeterías
Cafeterías que cobijan intelectuales
Casi se me olvida, también tiene restaurantes
Pastelerías
Churrerías
Centros comerciales
Tiendas de diseño
Y tiendas del montón
También tiene fuentes laberínticas
Tiene animales de compañía
Y otros animales que circulan por las calles
Y cómo no, también tiene "monumentos" donde los turistas se hacen fotos.
Todas las fotos by Pupo y Ana



viernes, 21 de enero de 2011

Hoy

Viernes, 21 de enero...ya casi ha pasado un mes desde las Navidades.
Cuando llegamos a Australia hace tres meses era primavera, y ahora las tiendas están mostrando las colecciones para el otoño. A veces nos empeñamos en mirar al infinito, la vista siempre puesta en un horizonte lejano y no nos damos cuenta de lo que transcurre bajo nuestros pies.
Ésa es una de las razones por las que un día decidí abrir este blog, para ser consciente del hilo argumental de mi vida, para encontrar en lo mundano algo sobre lo que escribir y adquirir el hábito de transformar lo corriente en algo especial. Da igual que sea un viaje a Fiji, o unos platos de cerámica, o fotos de una revista, o la habitación de mis sueños o una flor que me encontré tirada en el suelo o el peor día de mi vida. Todo eso que por alguna u otra razón ha captado mi atención, tiene cabida en el diario de mi vida, por muy intrascendental que parezca.
Hoy es viernes 21 de enero y he tomado una resolución. Vuelvo a los libros. Como no sabemos cuánto tiempo estaremos en Australia y dónde nos llevarán después nuestros pasos, tengo que centrarme en estar preparada para lo que pueda venir, aunque de momento, ni lo pienso ni me preocupa. Otro apunte más para la colección de estrellas.
Feliz fin de semana.

martes, 18 de enero de 2011

Fiji, II Parte

Ahora que las cosas van volviendo a la normalidad y las aguas a su cauce, echo la vista atrás un instante para recordar el paraje más maravilloso que nunca he conocido, sin contar París ni Salamanca, por supuesto.

viernes, 14 de enero de 2011

La tempestad y la calma

La vida en Brisbane transcurre junto al río. Alrededor de sus meandros, se sitúan casas y barcos, restaurantes, parques, colegios y guarderías, un carril bici que recorre la ciudad entera, centros de exposiciones, mercadillos de fin de semana, barbacoas y lugares para jugar y estar con amigos al aire libre.
La ciudad y el río son un tándem, no se entiende la una sin el otro. Tanto es así, que en Brisbane el principal medio de transporte es el barco.
Hace un par de semanas, el paisaje de Brisbane era éste:
Ahora el panorama es muy diferente. Todos los paseos que bordeaban el río han quedado cubiertos de agua y lodo, se ha destruido uno de los puentes que unían dos partes de la ciudad, casas y coches han quedado destrozados, negocios arruinados, estaciones de ferry perdidas y ahora en las calles también atracan barcos.
Esto durará semanas y meses y en gran parte dependerá de la colaboración de vecinos y voluntarios. El Gobierno se centrará en reconstruir lo prioritario, y entre todos tendremos que ayudar a limpiar el resto de la ciudad, para que cuanto antes vuelva a ser lo que era.
Una ciudad alegre y luminosa al otro lado del mundo. Y que además nos ha acogido.
Fotos by me

miércoles, 12 de enero de 2011

Brisbane, día 2

Hace un par de semanas:
Esta mañana:
Como se puede ver, el río ha comenzado a crecer y a llevarse consigo lo que encuentra a su paso, por ejemplo, un embarcadero con farolas incluidas.
Hoy ha amanecido un día precioso en Brisbane. Luce el sol y hace calor. Un perfecto día de verano si no fuera por esto:
A pesar de todo, el ambiente sigue siendo tranquilo. Nos han despertado esta mañana por megafonía para que todo el mundo se aprovisione con agua y comida aunque el hotel también está preparado para ayudar a los inquilinos.
La luz y el agua han funcionado durante toda la mañana y hemos salido a dar un pequeño paseo por la zona. No hay pánico, hemos hablado con nuestros vecinos y la gente está muy tranquila.
Nosotros hemos descongelado un buen solomillo y nos lo hemos comido en la terraza.
Como diríamos en España, que nos quiten lo bailao.