Estambul es una ciudad regida por colores. Azul brillante en los azulejos y alfombras de las mezquitas, colores tierra en el mármol de Santa Sofía, blanco perlado en el nácar de las puertas de Topkapi, dorados en las pinturas bizantinas de Kariye Muzesi. Y todos combinan entre sí.
También hay negro.
domingo, 21 de febrero de 2010
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